Agua
Potable y Alcantarillado, merecen
atención gubernamental |
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Nuestra
ciudad, capital de la provincia del Cañar, es
por naturaleza hermosa, pues, su entorno
montañoso la hacen muy singular entre todas las
ciudades del país; los templos, verdaderas obras
arquitéctonicas y que desafían al tiempo desde
hace muchos años; sus calles, curvilíneas y
rectas que sin embargo siguen el curso del rio
Burgay, las principales y las transversales que
se precipitan desde Bayas y San Francisco hasta
morir en las orillas del mismo rio y otras bajan
en sentido contrario desde las extensas laderas
de Shigshiquin y Guablincay.
Al
mirarla desde el occidente, particularmente en la
noche, Azogues se parece a un gigantezco pesebre,
como aquellas que aún no hacen muchos de
nuestros hogares para rendir pleitesía a Jesús
por su nacimiento.
Algo
que llama mucho la atención, es la modernidad de
sus edificios; casas de habitación o grandes
construcciones para uso institucional, públicos
y privados, reflejan el progreso comarcano.
Pudiéramos asegurar que mas de un 95% de
edificaciones son nuevas y modernas, lo que hacen
que las pocas antiguas (reserva patrimonial de
nuestra arquitectura pasada) sean casi
imperceptibles en el diario trajinar.
Sin
embargo, ese mismo progreso ha hecho que la
población crezca al igual que sus necesidades en
forma abrumadora; pues los más elementales
servicios, entre ellos agua potable y
canalización, están muy por debajo de regular y
con pocas esperanzas de pronta solución, si
tomamos en cuenta el quemimportismo del gobierno
central, entre los justos requerimientos de la
población, a través del municipio y otras
entidades provinciales y seccionales.
A
esta desantención gubernamental se suma el
prolongado estiaje que, obliga a un verdadero
racionamiento del líquido elemento. En
consecuencia bien ha hecho el Cabildo Azogueño,
al declarar el estado de emergencia sanitaria
en la ciudad, con el fin de acelerar trabajos y
sensibilizar el gobierno del Dr. Noboa, para que
al fin, se preocupe también de las ciudades
pequeñas como la nuestra.
Esperamos
que todas las autoridades locales y provinciales,
hagan causa común la lucha por nuestras
reinvindicaciones. No es posible que la capital
del Cañar, ciudad hermosa, altiva y digna, sea
la única en su género sin un verdadero servicio
de agua potable y alcantarillado. Confiamos en el
esfuerzo mancomunado.
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Feriado
Bancario |
Por
obra de un decreto de Jamil Mahuad, en
marzo de 1999 fueron congelados los
ahorros de ecuatorianos y ecuatorianas.
Esta medida económica, pensada para
favorecer a los intereses de la banca
irresponsable del país, contribuyó al
intensivo empobrecimiento de los sectores
populares y las clases medias. En unos
casos se perdió el esfuerzo de toda una
vida y en otros la posibilidad de
imaginar un futuro mejor. El gobierno
legalizó el más grande atraco al pueblo
del Ecuador, mientras un pequeño sector
social aprovechó para enriquecerse y
beneficiarse. En
esa época, los economistas neoliberales
justificaron la medida aduciendo que no
había otra alternativa, mientras el
gobierno daba inútiles explicaciones
sobre las futuras ventajas del
congelamiento y sobre la necesidad de
trabajar con más esfuerzo. Pero el
pueblo solo ha recibido golpes. En los
dos últimos años la pobreza ha crecido
a niveles alarmantes pues más del 80% de
la población ecuatoriana está bajo la
línea de pobreza soportando la peor
crisis económica. En la cotidianidad de
los días, las familias enfrentan una
serie de dificultades para sobrevivir, a
pesar de ello, la esperanza no se detiene
y desde todos los espacios se buscan
alternativas de vida. La sabiduría del
pueblo inventa, crea, soluciona problemas
y no se olvida de reír o mofarse del
poder como estrategia para recuperar la
confianza en las propias potencialidades.
Mientras el pueblo está
reinventando la esperanza, los
privilegiados del país no saben como
justificar sus "pecados",
porque no existen explicaciones para el
robo. En los últimos días se ha
publicado una larga lista con las
personas que sacaron dinero antes,
durante y luego del feriado bancario,
allí constan reconocidas figuras de la
política, personajes cercanos al
presidente e incluso su misma familia.
Esta lista confirma lo que ya sabíamos:
los pobres seguimos sirviendo a los
intereses del gran capital y los sectores
con poder político o económico
continúan manipulando. En el Ecuador
alrededor de 200 familias han
usufructuado de la riqueza y además
están en el poder. Este pequeño grupo
dirige al país y establece las
políticas económicas que deben
aplicarse, es el mismo sector que ha
provocado la crisis y que se beneficia de
ella. Son algunos empresarios que no
tienen conciencia social, nunca han
pensado en los intereses del país y
siguen al pie de la letra las
imposiciones de las grandes potencias.
Este mismo grupo ha contaminado de
corrupción la vida pública ecuatoriana
y ha sido incapaz de generar alternativas
viables para que el país salga adelante.
Ante este panorama,
diversos sectores sociales están
realizando propuestas diferentes para
recuperar la solidaridad, así en todo el
Ecuador se están construyendo proyectos
colectivos en diferentes áreas: cultura,
economía, educación, salud, vivienda.
Allí están nuevas esperanzas que
confirman que la solución a nuestros
problemas no vendrá desde las altas
cúpulas hegemónicas, un destino
diferente solo es posible si se construye
con los esfuerzos de todas las personas
que aún confiamos en este país. Es hora
de recuperar el poder que tenemos para
enfrentar con decisión los desafíos.
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